Los equipos electrónicos para aplicaciones de telecomunicaciones, especialmente en repetidores de celulares, deben mantenerse frescos para garantizar un servicio continuo a lo largo del tiempo. Estas aplicaciones de misión crítica se complican aún más por el hecho de que los sistemas se instalan a menudo en lugares remotos y lugares que no son fácilmente accesibles y están expuestos a condiciones climáticas extremas. El equipo regularmente no está alojado en un edificio real, sino más bien en simples contenedores (llamados shelters), a menudo colocados en áreas cercadas en la base de las antenas: las unidades de aire acondicionado instaladas en los techos o las paredes exteriores de dichas estructuras se les llama "shelter air conditioners".
En general, se trata de unidades de expansión directa, diseñadas para un amplio rango de temperatura y humedad, que suelen incluir la posibilidad de introducir aire exterior fresco para refrigeración libre y administrar los flujos de aire de refrigeración del condensador y del extractor; Una solución muy común involucra unidades verticales montadas en la pared, conocidas como "wall packs". El control se basa generalmente en la temperatura de entrada de aire, a menudo con límites en el suministro de la temperatura y control de humedad máxima para evitar la condensación superficial. Casi siempre el mismo shelter cuenta con dos o más unidades redundantes conectadas a través de la red, así como una conexión remota para monitorear alarmas y garantizar una respuesta de servicio rápida. La conexión remota - simplificada mediante el uso de la red Ethernet del proveedor de telefonía móvil - se utiliza además para monitorear el consumo de energía que, dependiendo del número de sitios, puede ser bastante significativo; El ahorro de energía es, pues, una de las principales prioridades que impulsa el desarrollo de soluciones innovadoras